Esta foto es de uno de esos días en los que aprovechamos la hora y media que nos tomamos de almuerzo, para ir a dormir la siesta bajo los verdes árboles que nos presta las instalaciones de jumbo retail. Ella es carito, una dulce niña que jumbo me puso en el camino. Con el paso del tiempo y situaciones que nos han tocado vivir, carolina se convirtió en una aliada, una confidente, en una compañera, en mi complice...en otras palabras, en una amiga. Nuestro trabajo era bastante tranquilo, hasta que llego carolina con sus dulces 18 años y revolucionó a todos los muchachos. Chupa medias como pocas, se gano el cariño de mi jefe, así que el papel que de “favorita” que tenía yo, ahora es de ella, a pesar de que yo sea mil veces mas genial.
En fin, a pesar de que no me deja trabajar, porque a cada rato me dice “day” desde su escritorio, para contarme algo que, la mayoría de las veces, resulta ser descabellado, carolina tiene un poder casi admirable de caerle bien a todo el mundo.
Como nos dicen todos acá, somos un dúo y como tal no podría sobrevivir sin su presencia (tampoco ella sin la mía). Así que izco, te voy a extrañar cuando de echen por transformar mal el sábado.
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